martes, 9 de marzo de 2010

Historias de geriátrico II



Un Robot-Araña gigante la atrapó y la encerró durante una semana dentro de un piano... Es que La Loca se puso a tocar el piano de La Jefa, y como La Jefa era muy posesiva con su piano y no se lo dejaba tocar a nadie, había programado al Robot-Araña para que lo cuidara...
¡Una semana encerrada! Creo que La Loca se volvió loca por eso. ¿Sabés lo que debe ser estar una semana encerrada dentro de un piano sin comer, sin poder hacer pis...? Porque te imaginás que si meaba dentro del piano de La Jefa se pudría el rancho. Una semana entera dentro de un piano de cola.. ¡Qué por suerte era de cola y de los grandes y entraba cómoda! Lo peor era cuando La Jefa se sentaba a tocar el piano, ahí le dolía.. Sentía cada tecla en el cuerpo. ¡Hasta marcas le quedaron! Por eso debe haber quedado loca.
Como La Loca hacía que el piano sonara desafinado, La Jefa tuvo que contratar a un extractor de gente encerrada en pianos para que la sacara. Y la sacó. Después llamó a su Luthier de confianza para que le afinara el piano.. La Jefa se quería morir porque el piano se le había arruinado más que si se lo hubiese dejado tocar a La Loca. Por eso decidió llevar el piano al cuarto de visitas y cerrar la puertas con llave...
La Loca me contó esta historia el año pasado. 83 años tiene... Lo que no sé es si es verdad porque como está loca y vieja me puede haber inventado cualquier cosa... Yo saqué dos conclusiones de esta historia. Una que La Jefa era una egoísta de mierda, y la otra que no hay que encerrarse dentro de los pianos porque se arruinan y te volvés loca.


Pachina.

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